Comparto con vos parte de un interesante texto de Barbara Bain, del Centro de Recursos sobre Salud Sexual Sunny Hill Health Centre for Children de Canadá (traducido para la Revista Síndrome de Down) para seguir pensando en la necesidad de hablar sobre sexualidad en casa.
Los puntos para iniciar la educación sexual de los niños y jóvenes con discapacidad pueden variar. Sin embargo, para aprender las habilidades personales necesitan entender:
Lo que es público y lo que es privado: partes del cuerpo, lugares, actividades.
Cuerpos y emociones: información básica necesaria para el autocuidado de cada día.
Límites y relaciones: los contactos, la conversación y la confianza que resultan aceptables en los diversos tipos de relación.
Distancia social: cómo dirigirse a los demás y cómo los demás han de dirigirse a él.
Planes de seguridad: qué hacer cuando se le toca de forma incorrecta.
Consecuencias del contacto incorrecto: qué puede ocurrir si alguien toca a otro de modo incorrecto.

Todos los niños y jóvenes necesitan una educación sexual
Pero quienes tienen síndrome de Down pueden necesitar una información específica sobre cómo su condición afecta o influye sobre su sexualidad.
¿Cuándo debo comenzar?
Las sugerencias que se exponen a continuación son simples orientaciones. Cada tema ha de ser enseñado en varias etapas a lo largo de los años. Recuerde también que usted y su hijo son los expertos sobre cuándo y cómo ha de darse la información.
No me referiría a herramientas, sino a experiencias que deben atravesar las personas con síndrome de Down para potenciar la confianza en sí mismos, autoestima, iniciativa, resolución de problemas, entre otras. Dichas experiencias están relacionadas con lo cotidiano en el día a día, por ejemplo, aprender una tarea nueva del hogar, elegir y comprar su vestimenta, organizar una salida con un amigo/a, tomar un colectivo para ir a la casa de un familiar.
Las familias pueden acompañar este proceso habilitando y promoviendo estas experiencias.
2-9 años
- Diferencias corporales
- Las partes del cuerpo
- Lugares y conductas públicas y privadas
- Modos de reconocer y decir no ante contactos incorrectos
- Cómo nacen los niños
- La masturbación
10-15 años
- La menstruación, sueños y otros cambios que se observan en la pubertad
- Sentimientos sexuales
- Orientación sexual
- Elaborar y mantener las relaciones
16 años en adelante
- Diferencias entre sexo y amor
- Responsabilidades de las relaciones sexuales
- Responsabilidades de la paternidad
- Leyes y consecuencias de los contactos incorrectos con otros
Temas para hablar sobre la sexualidad
Todos los niños y jóvenes necesitan una educación sexual, pero quienes tienen síndrome de Down pueden necesitar una información específica sobre cómo su condición afecta o influye sobre su sexualidad. Si la discapacidad afecta a su modo de aprender, se habrá de presentar la información en un formato diferente.
Recuerde que la educación sexual no es sólo sobre el sexo. La información sobre el sexo es importante, pero una educación sexual realmente efectiva ha de incluir información sobre sentimientos, comunicación, límites, conductas en privado y en público, formación de relaciones.
El ambiente ha de servir de apoyo a los mensajes en la educación sexual.
Una educación sexual que sea de calidad debe incluir la enseñanza y el aprendizaje de cómo ser responsable de su propio cuerpo y de sus acciones.
Las lecciones han de estar reforzadas con demostraciones sobre el respeto general hacia el espacio personal de un individuo y sobre el modo de tomar decisiones.
Debe dejar claras sus propias actitudes y sus valores. El papel de un padre o de un educador es mantener siempre disponibles la información y las oportunidades para desarrollar las habilidades. Tómese el tiempo necesario para dejar clara la diferencia entre la información de los hechos y las creencias personales.
Examine previamente los materiales de que va a disponer. Examínelos antes de utilizarlos como instrumentos educativos. Puede que no se ajusten a lo que usted esperaba, y el verlos antes puede prepararle sobre posibles preguntas. Asegúrese de que el material se adapta a la edad del niño y al estilo de aprendizaje y edad mental de la persona con la que va a trabajar.
Sea claro y específico. Recuerde que uno de los objetivos de la educación sexual es aclarar falsos conceptos y mitos
Aunque le pueda resultar incómodo, use las palabras correctas propias de las partes del cuerpo y las actividades sexuales.
Esto puede ser muy importante para describir e informar sobre cualquier forma de abuso sexual.
Respete la necesidad del joven por su privacidad. Recuerde que el joven necesita tiempos de privacidad para aprender sobre sí mismos, y momentos con compañeros para desarrollar relaciones.
No espere a que surja una crisis. Muchos de los problemas relacionados con las conductas incorrectas provienen de la falta de educación sobre sexualidad y las normas sociales. Si se ofrece información básica sobre el cuerpo, sobre la diferencia entre los contactos adecuados y los abusivos, y sobre las diferencias entre conductas públicas y privadas (p. ej., la masturbación), disminuirán las incidencias de actividades peligrosas o embarazosas.