La práctica de actividades lúdicas y deportivas es sumamente importante para cualquier persona.
En el caso de las personas con síndrome de Down, es de vital importancia, ya que estos espacios generan un lugar de pertenencia, contención y sociabilización.
Practicar actividades lúdicas y deportivas mejora la salud física y psíquica, obteniendo una mejor calidad de vida, además de ser un gran agente de prevención de enfermedades.
La actividad física es un apoyo importante para el desarrollo de las actividades de la vida diaria y ayuda al desarrollo de la vida independiente de las personas con discapacidad.
El sedentarismo es causante de muchas enfermedades, poner el cuerpo y la mente en movimiento permite salir de ese estado de soledad y angustia que se genera muchas veces. El cuerpo no sólo libera toxinas, sino que además produce endorfinas, generando una sensación de bienestar y reduciendo el nivel de estrés.

Una prueba de la importancia de la práctica de la actividad física es lo sucedido durante la pandemia: fue muy importante para muchas personas realizar algún tipo de actividad, ya que el estado de ansiedad, angustia, depresión y soledad que generaba el hecho de estar encerrados y aislados fue devastador para muchos.
Al trabajar distintas capacidades tales como fuerza, equilibrio, coordinación, flexibilidad, velocidad y resistencia, entre otras, se logran muchas cosas que tal vez en otros espacios no se logran, y se refuerzan los trabajos realizados en las distintas terapias.
Por ejemplo, observar y tratar de imitar a un compañero es un recurso motivacional muy importante.

Otros aportes que brinda la práctica son:
–En lo personal: la persona adquiere el hábito de una rutina, la organiza, gana confianza y seguridad en sí misma y en otros, desarrolla la responsabilidad, la honestidad, las ganas de superación, la autodisciplina, la empatía, el respeto por el otro y la autovaloración, etc.
–En lo social: se desarrollan habilidades sociales tan importantes como aprender a compartir, a respetar las normas, el tiempo y las formas del otro, la cooperación, el trabajo en equipo, la tolerancia, la aceptación, etc.

El apoyo de la familia, los amigos y la comunidad es de gran valor para todo el proceso de desarrollo de la persona en las actividades.
La actividad tiene que ser un disfrute, un lugar que invite a la persona a querer realizarla.
Por Alejandra Belyín, Profesora Nacional de Educación Física, miembro de Comisión Directiva y Coordinadora General de grupos de pertenencia y reflexión de ASDRA.
¿En casa dedican tiempo al deporte y a las actividades lúdicas? ¿Qué les gusta hacer?